Hola a todos! Llevo bastante tiempo sin escribir algo en este blog y he querido hacerlo desde hace rato, pero por no encontrar "el mensaje correcto" o algo que haya creído conveniente para publicar, no lo había hecho. Hoy decidí que vale la pena publicar cosas que Dios me ha enseñado aunque no desarrolle un tema larguísimo de ellas o no parezcan super inspiradas, y espero poder seguirlo haciendo.
Hoy iba pensando mientras manejaba en que Dios muchas veces nos puede enseñar secretos, cosas que solo a vos (o talvez a otros pocos) ha enseñado. Y me vino a la mente esta frase: Dios te puede enseñar cosas secretas en un libro público. ¿Porqué un libro público? La Biblia es el libro más vendido de la historia; creo que la mayoría de las personas tiene una, aunque sea de adorno o empolvada en algún lado de la casa. Es un libro que está abierto a muchísimas personas, prácticamente a todas, o al menos a todo el que la quiera. Sin embargo ¿cuántos de nosotros nos tomamos el tiempo para leer ese Libro público?
Hace años quise empezar a leer la Biblia. Pensé que si la Biblia es la Palabra de Dios, o sea lo que Dios dice y quiere para nosotros, el Libro supremo, y que con eso podía conocer a Dios, al verdadero Dios y Creador, sería bueno leerla y saber al menos qué decía. Yo no tenía idea de qué estaba escrito adentro más allá de los diez mandamientos y las conocidas historias que uno siempre lee o le cuentan. Entonces intenté empezarla a leer. Creo que si pasé de la primera página fue bastante. En esa ocasión no lo seguí haciendo.
Pasados algunos años, cuando empecé a ir a una Iglesia con mi papá, yo escuchaba lo que hablaban y lo que leían en la Biblia, y me parecía algo realmente extraordinario, entonces quise conocer de lo que Dios dice, por lo que empecé a leerla con muchas ganas. Leía bastantes capítulos al día y quería conocer más y más. Poco a poco fui conociéndola y dejando que Dios mismo abriera mis ojos poco a poco, enseñándome y corrigiéndome Él mismo con lo que dejó escrito en su Libro.
¿A qué voy con todo esto? La Biblia puede ser el libro más público del mundo, puede tener muchas copias vendidas, yo puedo tener una, dos, o tres, con pasta dura, suave, con dibujos, colores, letra grande, como sea. Pero en realidad, de qué sirve si de esa Biblia, sus páginas nunca han sido abiertas, si hay allí una página con palabras (y muy valiosas) que jamás alguien las ha visto o se ha tomado el tiempo de leerlas; si las páginas están allí pegadas y la Biblia está allí como una cosa más en mi cuarto o entre otros libros. ¿Qué pasaría si hoy la agarrás y leés algo que en realidad te impresiona? Talvez la respuesta que estás esperando, o algo que Dios te hable específicamente a vos y que te abra los ojos y te enseñe el propósito de tu vida. En realidad uno no sabe lo que Dios le puede enseñar el día de hoy. El que busca encuentra, y seguro que si nos tomamos un tiempo para ver, aunque sea por curiosidad, qué tiene Dios que decirnos, nos vamos a topar con cosas impresionantes.
Entonces volviendo a la frase: Dios te puede enseñar cosas secretas en un libro público. Él puede tener esas Palabras allí para todos, pero tiene también cosas preparadas específicamente para vos, como si hubiera un regalo empacado en un papel especial y con una tarjeta que donde dice "Para:" está tu nombre, y luego dice "De: Dios". Realmente Dios habla, y está allí vivo, viéndonos y cuidando de nosotros. Dios busca a los que le buscan. Si podemos tomarnos un tiempo para buscar cosas en internet que aunque no sean malas no nos traen tampoco algo bueno; o para ver un programa de televisión; o para hablar con un amigo... seguramente podemos apartar un poco de tiempo para hablar con Quien quiere ser nuestro mejor amigo.
Y para terminar dejo este pensamiento que una vez alguien muy especial me dijo: ¿Porqué voy a conformarme con que otros me digan "la Biblia dice", mejor lo leo yo.
Pensalo, la Biblia está a nuestro alcance, ¿porqué no la leemos? Que Dios te bendiga!!!
domingo, 1 de marzo de 2009
Suscribirse a:
Entradas (Atom)