Hace unos días estaba platicando con mi papá durante la cena y hablamos de muchas
cosas interesantes. Dentro de la conversación me contó respecto a cómo él le pidió a
Dios que yo naciera y que me entregó a ÉL desde antes de que yo siquiera
hubiera venido al mundo. Fue un momento bastante agradable y en el que
aprendí mucho, como la mayoría de veces que hablo con él. Yo no
tenía idea de que eso hubiera pasado; obviamente no lo recuerdo, ni
siquiera estaba aquí, pero es parte de mi vida y de lo que soy hoy.
Después
de esta plática me di cuenta que nuestros papás saben muchas cosas de nosotros,
incluso algunas (o muchas) que ni siquiera nosotros mismos sabemos. Hay
una historia behind the scenes
acerca de nuestras vidas. Por ejemplo, nuestra vida desde el nacimiento
hasta los tres o cuatro años es desconocida para nosotros. La única
forma de saberla es que alguien más nos la cuente; incluso ver fotos,
videos o algo por el estilo. Bien pudimos haber salido en un anuncio en
el que nos cambiaban el pañal que no lo sabríamos si nadie nos lo
cuenta. Viviríamos felices de la vida sin saberlo, como si nunca hubiera
pasado. Toda la expectación y felicidad que producimos algún día con
nuestra venida al mundo sería desconocida para nosotros si alguien que
la tuvo no nos lo comparte. Así, cada uno tiene una historia detrás de
sí que no conoce, la cual empezó mucho antes de nuestro primer
respiro.
Nuestros
papás saben cuánto nos desearon o le pidieron a Dios por nosotros.
Ellos saben los nombres que habían pensado ponernos o lo que deseaban
que llegarámos a ser cuando creciéramos. En fin, algunas cosas que
nosotros ni siquiera pensamos. De igual manera hay una historia detrás
de nosotros que está escrita desde la fundación del mundo. Cuando
nacimos, Dios ya sabía que lo haríamos, y preparó un espíritu, un alma y
un cuerpo para darnos. ÉL nos formó y nos dio las características que hoy tenemos. Estoy seguro que cuando pensó en tí lo hizo con mucho amor y te
creó con mucho cuidado, sabiendo que serías una pieza única, nunca más
te repetiría. Como suelen decir, Dios quebró el molde después de
hacerte. Así, Dios también sabía qué sería de nosotros y el tipo de vida
que llevaríamos. Seguramente ÉL ya sabía que algunas veces lo
desobedeceríamos y heriríamos, pero aún así decidió crearnos.
La
plática que tuve con mi papá me hizo pensar que lo que estoy viviendo
ahora es producto de lo que Dios hizo mucho tiempo atrás, de un
trasfondo que yo no conozco. ÉL sabe lo que pasó behind the scenes
hace años, y lo que vivo ahora, aunque pudiera parecer (y en efecto muchas veces lo
sea) el producto de lo que yo he decidido hacer, es el cumplimiento de
lo que Dios ya tenía planeado. ¿Qué pasaría si te enteraras que la
oportunidad que acabas de tener en el trabajo, estudios, familia, con
tus amigos, de viaje, con tu pareja, o cualquier otra área, no fue
producto de la casualidad, sino que Dios movió todo lo que era necesario
para que lo tuvieras, cumpliendo la historia que ÉL te quiere dar? Dios
te tiene en su historia, somos los protagonistas de una historia que ÉL está dirigiendo. Incluso hay cosas en el futuro de las que ni siquiera
tenemos idea, que Dios ya sabe y las tiene empacadas para el momento
oportuno. Como escuché una vez, las tiene guardadas en la gaveta para regalárnoslas después sin que lo imaginemos. Qué tal si llegaras a ser gerente de la empresa para la que
trabajas, si vas a graduarte con honores, si vas a salvar la vida de
alguien, si llegarás a ser presidente, si escribirás un bestseller, si
serás un gran empresario, si serás un gran cantante o actor, si pondrás el
nombre de tu país en alto, si conocerás a la persona que estabas
esperando, si sacarás adelante a tu familia o si ayudarás a un amigo a
salir de un problema. Cada uno tiene su propia historia, y la escribimos
todos los días, pero también hay detrás de nosotros una historia, un
tiempo que Dios se tomó para escribir las letras que dibujarían nuestra
vida. Dios te ama y se tomó el tiempo de planearte, de pensarte, de
formarte, y lo hace día a día. ¿Qué pasará mañana u hoy mismo? No lo
sabemos, pero hay Alguien que sí lo sabe, que conoce nuestra historia.
Como en una obra de teatro o un programa de televisión, lo que vemos es
solo el producto de todo un trabajo que se ha hecho fuera de cámaras, y
el director de esta obra es Dios. La pregunta es: ¿vas a dejar que Dios
cumpla el sueño y el propósito que tiene para tí, o tienes tú un mejor
plan escrito para tu vida?