miércoles, 11 de enero de 2012

Hay una historia de ti que no conoces

Hace unos días estaba platicando con mi papá durante la cena y hablamos de muchas cosas interesantes. Dentro de la conversación me contó respecto a cómo él le pidió a Dios que yo naciera y que me entregó a ÉL desde antes de que yo siquiera hubiera venido al mundo. Fue un momento bastante agradable y en el que aprendí mucho, como la mayoría de veces que hablo con él. Yo no tenía idea de que eso hubiera pasado; obviamente no lo recuerdo, ni siquiera estaba aquí, pero es parte de mi vida y de lo que soy hoy.

Después de esta plática me di cuenta que nuestros papás saben muchas cosas de nosotros, incluso algunas (o muchas) que ni siquiera nosotros mismos sabemos. Hay una historia behind the scenes acerca de nuestras vidas. Por ejemplo, nuestra vida desde el nacimiento hasta los tres o cuatro años es desconocida para nosotros. La única forma de saberla es que alguien más nos la cuente; incluso ver fotos, videos o algo por el estilo. Bien pudimos haber salido en un anuncio en el que nos cambiaban el pañal que no lo sabríamos si nadie nos lo cuenta. Viviríamos felices de la vida sin saberlo, como si nunca hubiera pasado. Toda la expectación y felicidad que producimos algún día con nuestra venida al mundo sería desconocida para nosotros si alguien que la tuvo no nos lo comparte. Así, cada uno tiene una historia detrás de sí que no conoce, la cual empezó mucho antes de nuestro primer respiro.

Nuestros papás saben cuánto nos desearon o le pidieron a Dios por nosotros. Ellos saben los nombres que habían pensado ponernos o lo que deseaban que llegarámos a ser cuando creciéramos. En fin, algunas cosas que nosotros ni siquiera pensamos. De igual manera hay una historia detrás de nosotros que está escrita desde la fundación del mundo. Cuando nacimos, Dios ya sabía que lo haríamos, y preparó un espíritu, un alma y un cuerpo para darnos. ÉL nos formó y nos dio las características que hoy tenemos. Estoy seguro que cuando pensó en tí lo hizo con mucho amor y te creó con mucho cuidado, sabiendo que serías una pieza única, nunca más te repetiría. Como suelen decir, Dios quebró el molde después de hacerte. Así, Dios también sabía qué sería de nosotros y el tipo de vida que llevaríamos. Seguramente ÉL ya sabía que algunas veces lo desobedeceríamos y heriríamos, pero aún así decidió crearnos. 

La plática que tuve con mi papá me hizo pensar que lo que estoy viviendo ahora es producto de lo que Dios hizo mucho tiempo atrás, de un trasfondo que yo no conozco. ÉL sabe lo que pasó behind the scenes hace años, y lo que vivo ahora, aunque pudiera parecer (y en efecto muchas veces lo sea) el producto de lo que yo he decidido hacer, es el cumplimiento de lo que Dios ya tenía planeado. ¿Qué pasaría si te enteraras que la oportunidad que acabas de tener en el trabajo, estudios, familia, con tus amigos, de viaje, con tu pareja, o cualquier otra área, no fue producto de la casualidad, sino que Dios movió todo lo que era necesario para que lo tuvieras, cumpliendo la historia que ÉL te quiere dar? Dios te tiene en su historia, somos los protagonistas de una historia que ÉL está dirigiendo. Incluso hay cosas en el futuro de las que ni siquiera tenemos idea, que Dios ya sabe y las tiene empacadas para el momento oportuno. Como escuché una vez, las tiene guardadas en la gaveta para regalárnoslas después sin que lo imaginemos. Qué tal si llegaras a ser gerente de la empresa para la que trabajas, si vas a graduarte con honores, si vas a salvar la vida de alguien, si llegarás a ser presidente, si escribirás un bestseller, si serás un gran empresario, si serás un gran cantante o actor, si pondrás el nombre de tu país en alto, si conocerás a la persona que estabas esperando, si sacarás adelante a tu familia o si ayudarás a un amigo a salir de un problema. Cada uno tiene su propia historia, y la escribimos todos los días, pero también hay detrás de nosotros una historia, un tiempo que Dios se tomó para escribir las letras que dibujarían nuestra vida. Dios te ama y se tomó el tiempo de planearte, de pensarte, de formarte, y lo hace día a día. ¿Qué pasará mañana u hoy mismo? No lo sabemos, pero hay Alguien que sí lo sabe, que conoce nuestra historia. Como en una obra de teatro o un programa de televisión, lo que vemos es solo el producto de todo un trabajo que se ha hecho fuera de cámaras, y el director de esta obra es Dios. La pregunta es: ¿vas a dejar que Dios cumpla el sueño y el propósito que tiene para tí, o tienes tú un mejor plan escrito para tu vida?