¿Qué harías si vieras una película que está buenísima o fueras a un parque de diversiones en el que te la pasaste de lo mejor? Lo que hacemos normalmente es contarle a todos, recomendar la película o el lugar y buscar la oportunidad de ir otra vez.
Hay cosas que nos pueden gustar mucho, como cierto tipo de música, una banda o artista en específico, una serie de televisión, la carrera que estás estudiando, tu trabajo, en fin, muchas cosas. Cuando hay algo que nos interesa bastante lo que queremos es buscar alguien que nos escuche para contarle de eso. Quién no se ha topado con alguien que le cuenta cosas de las que uno no tiene idea, pero le gusta tanto que siempre se la pasa hablando de eso. La mayoría somos así. Por ejemplo, últimamente he estado viendo una serie y me ha gustado tanto que casi se la he contado toda a mi hermana.
Este artículo lo escribo precisamente para hablar de algo que me gusta muchísimo y que creo que todos deberíamos probar, algo que no podemos pasar toda la vida sin saber qué es. Se trata de la presencia de Dios. Un día estaba orando y pasando tiempo con Dios y fue un momento de esos que Dios nos sorprende y nos marca; en ese entonces pensaba: ¿Cómo es posible que haya gente que se pierda de esto? Todos deberían vivirlo alguna vez; no puede ser que alguien termine su vida sin saber qué es esto. En verdad estar con Dios es una experiencia que no se compara con nada, es indescriptible; no se puede saber cómo es si no se experimenta en carne propia. Todos deberíamos vivir un momento con Dios en el que Su Espíritu nos llene y que no queramos irnos, sino sólo pasar más tiempo con ÉL. Como pensé una vez, es como probar un pedazo del Cielo.
El pastor Chepe en el congreso Hechos 29 hizo una analogía que me gustó bastante y relacionaba el disfrutar la presencia de Dios con lamer el
plato, cuando a uno le gusta y disfruta muchísimo algún postre o comida, y que llega a darle ganas a
otras personas.
Así como cuando estamos con alguien con quien nos la pasamos muy bien y no queremos irnos nunca, así es con Dios. Una vez lo conocemos no podemos estar sin ÉL. ÉL es nuestro mejor amigo y nuestro Papá ¡es lo máximo! Muchas personas piensan que pasar tiempo con Dios es aburrido. Estar en su presencia lo que menos tiene es ser aburrido. Talvez alguna vez has orado y crees que no ha pasado nada. Seguro Dios te ha escuchado. Y mientras más le abras el corazón a Jesús verás cómo Dios hace cosas más sobrenaturales en tí y en toda tu vida.
Como comentaba, lamentablemente hay muchas personas que aún no han tenido una experiencia con Dios. Sea porque nadie les ha dicho, no lo saben, o por cualquier otra razón. Lo que sé es que estar con Dios es mucho mejor que cualquier parque de diversiones, que cualquier película, serie, comida o el mejor momento de nuestras vidas. El hecho de hablar con Aquél que nos hizo y que ÉL nos hable a nosotros no tiene comparación. Por eso escribo esto, esta es mi forma de contar mi película con Dios, porque quisiera que cualquiera que lea esto sepa que vivir con Dios vale más que cualquier otra cosa. Dios es sobrenatural y está vivo; y está dispuesto a hablarle a aquellos que estén dispuestos a oírlo. Y estar con Dios no se trata de un solo momento, se trata de toda la vida. ¡Bendiciones!
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